Saltar al contenido

Carta a mi padre el hombre que me creó, pero no me quiso

A ti papá te perdono por ser el hombre que me engendró y no me quiso.

Mucha gente por igual que yo, hemos tenido que existir con un procreador ausente, un papá que no ha querido ni ambicionado crecer a nuestro lado y formar parte de nuestra vida, de nuestro crecimiento, de nuestros intereses y logros.

Esta circunstancia nos ha hecho manifestar muchas veces que nuestro padre no quiere tener ningún vínculo con nosotros, que no le importamos nada, que no quiere saber nada de nosotros sus hijos, los que pasamos por esta situación sabemos que nos duele mucho y nos puede afectar en ocasiones.

Cuando nuestro creador se aleja o abandona a sus hijos comienzan a crecer un sin número de sentimientos, pensamientos que nos revolotean en la cabeza, al mismo tiempo muchas preguntas y dudas, sin embargo, no queremos aceptarlo.

Nos duele en el alma estar pasando una situación así, no obstante, se puede aprender, madurar y crecer con esta triste experiencia, y sobre todo esto nos ayudará a convertirnos en unos buenos papás y de ninguna manera y por ningún motivo haremos que nuestros hijos vivan lo mismo que nosotros vivimos.

El no tener un padre nos ha dejado muchas preguntas sin respuestas, y por eso, hoy venimos a mostrar lo que diría un hijo valiente escrito en papel.

Esta carta no pretende juzgar, simplemente ver del otro lado esta situación con el afán de poder pensar y reflexionar.

Carta a mi papá: El hombre que me creó pero no me quiso

Esta carta es la mejor manera que tengo de expresar todos mis sentimientos, esos que nunca pude decirte a la cara, ya que tu nunca me disté la oportunidad de hacerlo.

Es por esto, escribo esta carta para que entiendas todo lo que he sentido a lo largo de los años.

No quiero saber si me extrañas, tu nombre o donde estas, pero solo quiero decirte que has sido una mala persona conmigo, por lo que deberías estar avergonzado por abandonarme, por alejarte de mí sin una razón en particular.

Claro que te perdono por no estar, eso me ha hecho más fuerte e independiente.

Me ha ayudado a perseverar en la adversidad y además, para ser completamente sincera no me has hecho falta en ninguno de estos años.

Por supuesto que siempre me preguntaron por ti, pero yo simplemente dije que no estabas conmigo, sin embargo, tuve otra figura que me enseño lo que debía aprender y lo que tú nunca quisiste enseñarme.

No debes preocuparte porque nadie me hablo mal de ti, no puedes hablar mal de alguien que no pertenece a tu vida.

Yo te perdono por todo eso, gracias a que me apartaste de ti encontré mejores formas de enfrentarme a la vida

Mi madre fue todo para mí y aun lo seguirá siendo, ella siempre será mi guerrera, me sacó adelante sola y me enseñó a tener fortaleza ante la adversidad, que puedes lograr lo que sea si te lo propones sin necesitar de una persona que realmente no quiere estar.

Ella nunca dejo de apoyarme e ir a cada evento importante en mi vida, conserva recuerdos de cada uno de esos momentos y siempre me ha dicho lo orgullosa que esta de mí a pesar de mis errores.

Aprendí del amor sin tu ayuda. Yo te perdono por no ser la persona adecuada para mí, gracias a eso he podido ser una mejor persona, se quien quiero ser, lo que merezco y el tipo de persona que quiero sea el padre de mis hijos.

Te perdono, soy una persona feliz sin tu ayuda y más que nada, te perdono por ser el hombre que me creó, pero no me quiso.

Esta carta nos lleva a reflexionar y perdonar al mismo tiempo también a darles un reconocimiento y un aplauso a aquellas madres solteras que luchan día a día por el bienestar de sus hijos pasando por mil adversidades y obstáculos para poder salir a delante.