Los niños de tres años son mini adolescentes rebeldes Y sus razones son realmente bellas

Las mamás podemos pensar que después de los “terribles dos años” llega la paz y tranquilidad imaginando que ya todo ha pasado, pero esto no puede ser así.

En ocasiones puedes observar a tu pequeño caminando feliz y jugando con todo lo que encuentra a su alrededor, y de un momento a otro sin previo aviso se desespera o enoja porque las cosas no le salen como él quisiera.

Inclusive llega a no ponernos atención a lo que le decimos.

Este comportamiento es totalmente normal en los “adolescentes” de tres años. De acuerdo con la psicóloga de desarrollo infantil Ashley Soderlund, estas son algunas de las razones de por qué los niños de tres años se vuelven mini adolescentes:

Ellos se vuelven conscientes de su independencia

Se encuentran aprendiendo su propio sentido del yo y al mismo tiempo quieren poner a prueba ese descubrimiento.

Así que ellos ya no quieren que les ayudemos, y si intentamos hacerlo se llegan a enojar como si los hubiéramos regañado u ofendido pudiendo hacer un berrinche enorme.

Se encuentran aprendiendo a cómo controlar sus emociones

Ellos están en el proceso de identificación de las emociones y de expresión mediante gestos y palabras.

Sin embargo, aún no las controlan del todo bien, así que pueden experimentar una gran alegría, risa y felicidad, y de un momento a otro enojarse y, por ende, hacer todo un “drama”.

Rebeldía: A ellos les gusta investigar lo que pasa cuando hacen cosas que les dice uno que no hagan y se vuelven más rebeldes, pues a la edad de los tres años ya están empezando a formar su propia personalidad, carácter y gusto.

Intentan resolver conflictos… a su manera

Aunque se vuelven conscientes de las consecuencias de las acciones  buenas y malas, aún siguen siendo impulsivos.

Empiezan a ser más empáticos

A la edad de tres años ellos ya pueden identificar el sentir de los demás si se lastiman, si están tristes o los regañan.

Reconocen que todo no gira alrededor de ellos

Las palabras comunes como… “yo” y “mío” comienzan a disminuir de su vocabulario, porque empiezan a jugar y a compartir las cosas con otros pequeños (aunque puede existir algunas excepciones).

Ante lo mencionado anteriormente, los padres tenemos que evitar tomarnos el comportamiento de nuestro hijo esto como algo personal, ya que es algo normal en los “adolescentes de tres años”.

Hay que recordar que nosotros somos guías y que nuestro comportamiento también influye en ellos.

Fuente: Practical Research Parenting