Los Niños que crecen sin un padre podrían convertirse en adultos más fuertes e inteligentes

La ausencia del padre en la vida de un niño puede deberse a varios factores, por separación o divorcio, traslado de residencia del padre a otra ciudad, el hecho de tener otra pareja o abandono por miedo a tener responsabilidades, por perder su independencia, aunque todo esto no está justificado en absoluto, y eso es importante aclarar.

Sentir al padre como ausente era algo bastante normal, sobre todo en generaciones anteriores, donde los roles dentro de la familia eran mucho más estructurados y se suponía que el padre tenía que salir de casa a producir para que su familia estuviera bien atendida económicamente.

Muchos padres se centraban en esta función y no se implicaban en atender las demandas de carácter más emocional de sus hijos.

Esta situación se debe a la naturaleza del hombre, pero sobre todo a factores culturales que han condicionado enormemente el rol que el hombre (o cabeza de familia como se decía antiguamente) «debe» cumplir dentro de la familia.

Si a esto le sumamos que muchos hombres por su educación tienen enormes dificultades para conectar con sus emociones, nos encontramos con futuros padres que poseen verdaderas carencias a la hora de atender emocional y efectivamente a sus hijos.

La madre asumirá toda la responsabilidad y deberá criar al hijo (siendo madre y padre al mismo tiempo). Una buena enseñanza de los padres se reflejará en el futuro comportamiento de su hijo. La madre siempre procurará que su hij@ no resienta mucho la ausencia de su padre

Los niños que sienten la ausencia del padre aprenden a cuidar de sí mismos sin perder de vista a la familia y a la madre, por encima de todo.

Las madres se esforzarán para crear personas independientes, seguras y dispuestas a crecer.

Los niños entenderán que una mujer soltera también puede ser un jefe de familia y crear una familia a través del pago obtenido con su trabajo.

Los niños van a ver a la mujer de una manera diferente, gracias a la figura materna.

Respeto hacia la mujer: Los hijos entenderán que una mujer sola también puede ser cabeza de familia y levantar un hogar por medio de los ingresos producto de su trabajo. Los hijos verán a la mujer de forma diferente gracias a la figura materna.

La Responsabilidad: Las madres solteras enseñan a sus hijos, a tener responsabilidades. Cumplir con sus estudios e incluso ayudar en las tareas domésticas, pensando siempre en su futuro.

La Supervivencia y el sacrificio: La fuerza es una de las mayores virtudes que ellos aprenden con sus madres, ellas forman a sus hijos como todos unos guerreros. Los niños estarán muy agradecidos, porque la madre es su motor e inspiración.

Ellas también enseñan a sus hijos que hay días buenos y malos, en los cuales a veces usted tiene que sacrificar unas cosas para poder tener otras.

La triste ausencia de un padre trae consigo ciertos cambios en la personalidad del bebé que se verán en el futuro, pero gracias a las enseñanzas de su madre él será un buen padre.